Página web del festival Curtocircuito (6-11 de octubre, Santiago de Compostela).

Textos de Gonzalo de Pedro.

NOITE SEM DISTÂNCIA. Lois Patiño. 23 minutos. España-Portugal (2015).

Hay almas en el paisaje, espectros, sombras, memorias de otras vidas que nos acompañan. Y Lois Patiño se ha propuesto encontrar el dispositivo cinematográfico que extrae de la naturaleza aquello que atesora invisible a nuestros ojos. Así, Noite Sem Distância abunda en el aspecto menos naturalista del trabajo del director de Costa da Morte. Por si alguien tenía dudas acerca de su aproximación personal, y no siempre romántica, a la naturaleza, aquí el dispositivo cinematográfico aleja a las imágenes de la representación idealizada del paisaje para convertirlas en una materia prima que Patiño moldea. La naturaleza es la fuente, pero no es la musa, y el objetivo no es ni mucho menos una representación realista, una mimesis de lo real, sino la construcción de una experiencia cinematográfica, sonora, audiovisual, que cuanto más abstracta y extrañada es, más se vincula con el paisaje original.

Noite Sem Distância supone la primera aproximación de Patiño a algo similar a una ficción depurada: el retrato del tiempo detenido de unos contrabandistas que tratan de cruzar la frontera entre Galicia y Portugal en un tiempo indefinido. Un compás de espera nocturno en el que el realizador ensaya dos técnicas de extrañamiento: por un lado, una simple inversión en negativo de la imagen convierte el paisaje en una pesadilla extraída de una noche alucinada; por otro, Patiño juega con cierto contraste entre la inmovilidad de las figuras humanas dibujadas sobre un paisaje que no se altera, y una cámara que lo recorre levemente. Todo se mueve, todo respira, todo suena, todo avanza imperturbable excepto esas sombras semi-humanas, espectros, voces de otro tiempo, que respiran levemente, casi inmóviles. Si cualquier documental tiene una relación directa con la muerte y los espectros, por su especial vinculación con lo que queda y lo que desaparece, Patiño ha construido con Noite Sem Distância su película más fantasmagórica, más aterradora. Crítica completa en Otros Cines Europa. (Crítica completa en Otros CinesEuropa).

LA_IMPRESION_DE_UNA_GUERRA

LA IMPRESIÓN DE UNA GUERRA. Camilo Restrepo. 26 minutos. Francia (2015).

Unas fotografías borrosas, mal impresas, con los colores disparados y de definición más que deficiente inauguran La impresión de una guerra, el cortometraje del colombiano (afincado en Francia) Camilo Restrepo que se alzó con el Pardino de Plata al mejor corto en la 68 edición del Festival del Film Locarno. La impresión de una guerra, un ensayo punk, filmado en 16mm, que rebusca en las marcas que la violencia ha dejado en la piel de un país después de muchos años, es un film decididamente político o militante, un deslumbrante trabajo de reescritura de la memoria de un país a través de las marcas en la piel, las paredes, las imágenes de los informativos, o las fotografías borrosas, todas ellas imágenes que ofrecen una visión distorsionada, y quizás por eso más precisa y honesta de la compleja realidad de un país. Tomando formas heredadas de lo experimental, lo documental, o lo ensayístico, las imágenes distorsionadas de La impresión de una guerra son, por encima de todo, imágenes cargadas de ideología, intención, y nunca pueden presentarse como sustitutos auténticos de lo real.

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NUEVA VIDA. Kiro Russo. 16 minutos. Argentina (2015).

Este cortometraje boliviano-argentino se alzó con una Mención Especial del Jurado en el pasado Festival del Film Locarno, para luego llevarse hasta cinco distinciones el el XIV Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine celebrado durante el pasado Festival de San Sebastián. Y cabe decir que Nueva vida comparte con La impresión de una guerra de Camilo Restrepo no solo la filmación en 16mm, sino también un trabajo con la distancia, el respeto y el cuidado con el que se filma lo que aparece frente al objetivo. La película, una suerte de “ventana indiscreta” aparentemente documental sobre una pareja que da la bienvenida a un hijo en un verano caluroso en una villa de Buenos Aires, funciona como un acercamiento a los límites del propio cine, trabajando la sugerencia frente a lo evidente, lo fraccionario frente a lo integral, evidenciando que lo visible es siempre una capa más de lo existente. O dicho de otra manera: las imágenes nunca nacen inocentes, y es tarea del realizador, y también del espectador, despojarlas de lo accesorio en busca de lo esencial. La distancia, en este caso física, auto-impuesta, de una ventana a otra, de la película de Russo puede leerse como un acercamiento al misterio de la vida nueva y la posibilidad del cine de representar verazmente esa experiencia.

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OUT (2014). Joan Antúnez. 17 min. España (2015).

Única película española a competición en el pasado Festival Punto de Vista, el cortometraje del debutante Joan Antúnez, producido por el Master de Documental Creativo de la Universidad Autónoma de Barcelona, es un elegante trabajo sobre el fuera de campo cinematográfico a partir de aquello que no aparece habitualmente en las retransmisiones deportivas: el backstage, lo que está fuera de la cancha, los trabajadores invisibles, el público, las reacciones. Tomando como centro una competición de tenis, y como protagonistas principales a los recogedores de pelotas, el trabajo de Antúnez es sobre todo un desarrollo visual sobre el espacio de lo no filmado, de lo invisible, y además, una reescritura de la tradición del documental de vanguardia como espacio, no de representación, sino de construcción poética de la realidad. A través de un cuidado trabajo de montaje rítmico, en la mejor línea del cine constructivista, del montaje como construcción retórica, Out propone un baile de imágenes casi vaciadas de su contenido literal que conforman un mosaico de ritmos, danzas y movimientos musicales, quizás excesivamente reforzados por una banda sonora enfática. En todo caso, un trabajo más que interesante que demuestra los caminos, más allá del estricto realismo, del documental desde sus inicios.

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PUEBLO. Elena López Riera. 27 minutos. España (2015).

Declaraciones de López Riera a Otros Cines Europa (entrevista completa):

LEJOS Y CERCA DE LOS ORÍGENES: Llevo muchos años viviendo fuera de mi tierra y, a medida que pasaba el tiempo, la imagen del lugar donde crecí se iba configurando cada vez más en torno a ciertos rituales arcaicos (y en muchas ocasiones religiosos). Las imágenes del exilio se iban convirtiendo en una sucesión de estampas viscerales, de las que me sentía muy lejos y muy cerca al mismo tiempo. De repente se me ocurrió que las procesiones de Semana Santa expresaban muy bien esa reacción incontrolable ante algo que consideras ajeno a ti, a tú pensamiento, y que al mismo tiempo es algo muy propio, muy sentío y que escapa a cualquier explicación intelectual”.

REFERENTES: “Yo me paso la vida copiando a todo el mundo. Pasolini es una referencia muy importante por su relación con lo religioso y por la manera que tiene de filmar el pueblo, por su militancia… El Jean Eustache de Mes petites amoureuses o de La rosière de Pessac de alguna manera está ahí claro… pero también Jacinto Esteva y otros contemporáneos como Hélena Klotz, Virgil Vernier y Joao Pedro Rodríguez y Guerra da Mata… y las palmeras de mi pueblo, y las rotondas noventeras, y los bares de carretera y mis abuelos y y y….”.