Entre las cualidades que atesora El padre de mis hijos, se encuentra una que, por su delicada formulación, suele pasar desapercibida: la capacidad de observar de cerca la realidad y al mismo tiempo conservar intacto su misterio. Un potencial que la directora francesa Mia Hansen-Løve, a la que descubrimos como actriz en Finales de agosto, principios de septiembre –dirigida por Olivier Assayas, su actual pareja–, exprime a fondo a la hora de construir esta película de fracturas (mortales) abismales y equilibrios (vitales) imposibles. Retratar el curso de la vida como un flujo incesante, marcado por una pulsión fluvial, parece ser el objetivo principal de la directora de Un amour de jeunesse (Primer amor). Aunque, de esa observación de corte naturalista al transcurso del tiempo y al aprendizaje vital (en cualquiera de sus edades), surge siempre la ruptura, la brecha, provocada por la pérdida: de un ser querido, de un amor perdido, de una certeza abandonada…

Basada en el suicidio del productor de cine francés Humbert Balsan, El padre de mis hijos dedica su primera mitad al retrato de un hombre poliédrico, adicto al trabajo y afectuoso con su familia: un idealista comprometido con su arte y un seductor irresponsable y temerario. Hansen-Løve se acerca a él con cautela, como si se tratara de una bomba de relojería atrapada en la aparatosa maquinaria del cine, y por el camino descubre un universo familiar que captura con asombroso verismo y pudor, atenta a los más mínimos intercambios afectivos e intelectuales. El detallismo y sensibilidad con que está filmado este microcosmos doméstico se prolonga en la crónica del luto, cuando la película aminora su ritmo, aunque la estasis narrativa es solo superficial. En el sustrato de la película, persiste un poderoso torrente emocional, canalizado a través de la historia de una hija que despierta al mundo con nuevos ojos. En conjunto, se diría que estamos ante una película honesta y ejemplar, capaz de albergar la complejidad y belleza de la vida sin necesidad de juzgarla o manipularla.

Proyección de “El padre de mis hijos” en La Casa Encendida.